Éramos todos muy amigos.
Nos gustaba jugar juntos,
la pasábamos bien reunidos,
intentábamos hacerlo lo mejor posible:
atacar mucho, y luego recuperarla,
con la ilusión de volver a atacar.
Y esperábamos la compañía de la suerte.
Ese es el futbol, muchachos!!!
El topo eléctrico